Usar carros contribuye mucho a las emisiones de carbono, que aumentan el cambio climático. Para disminuir las emisiones debo ir a la escuela en bicicleta porque vivo cerca, pero no la tengo. Entonces debo ahorrar dinero para comprar una bicicleta. También puedo compartir carro con mis vecinos. Si viven en un lugar más o menos seguro, los humanos en general también pueden montar en bicicleta en lugar de manejar. Personas además necesitan invertir en los carros electrónicos y las fábricas deben usar más energía alternativa.
Para aliviar el problema, la Unión Eruopea estableció un mercado de carbono. Escogió un límite total y les distribuyó a las fábricas unos permisos de carbono. Cada permiso permite más o menos una tonelada y todos juntos suman al límite total. Las fábricas pueden venderlos, comprarlos o ahorrarlos. Aunque los permites no son muy caros, todavía disminuyen las emisiones significativamente.